El nuevo comienzo

Había tardado más de lo que hubiese tardado de haberse transformado, pero bien el otro le había dicho no frente a humanos y como por su camino se topaba con cada humano y demás criaturas vivientes, no encontraba oportunidad para poder transformarse y así volar para llegar más rápido a la torre donde lo habían citado.

Se sentía extraño con esas ropas, esa camisa con pantalon y calzado con chaqueta...parecía hasta humano aunque obvio que no era por las orejas puntiagudas que lo delataban, la banda había sido colocada nuevamente en su frente, pues estaba ya cerca ¿cómo saber? por el tamaño de la estructura con la que se topó.

La torre, pero esta no era más que una extención de el enorme castillo con torres varias más...sin contar el bosque que había...lo sabía por el aroma de los robles y demás flora que se encontraba en este y por el hecho que alcanzaba a ver los árboles pese a todo, los sonidos eran algo que no era exactamente música para el...tétricos, como todo castillo del terror de feria, pero este era real.

Acercó la mano a la reja y la tomó para intentar abrir, en su otra mano estaba la tarjeta que le había dado el Demonio....intento abrir pero no podía, estaba cerrado....¿por qué hacía lo que el otro le decía?...quizás por las amenazas...a saber... miró para donde el castillo; gritó para ver si alguien lo escuchaba.

-¡¿Hola?!...¡¿Hay alguien?!..-

Las puertas se abrieron , cosa que lo exhaltó un tanto debió de admitir, miró como las puertas se abrían ya completamente dando paso a un camino rocoso y bien acomodado de piedras, observó la puerta para ver a aquella aguila...sin embargo no parecía un animal normal volador, tenía el tamaño más grande que cualquier aguila normal tendría, y su plumaje era bastante bonito y atractivo.

Entró lentamente, caminando pro el camino de rocas, miró a la ave de descomunal tamaño, con imrpresión.

-¿Esta el ave mayor?..digo...el señor de la casa..castillo...-

Miró al ave esperando una respuesta...observaba a su alrededor de vez en cuando por si acaso....

La respuesta que le dio el aguila lo aturdio un tanto, sus oídos no eran humanos por ende, el grito de el animal le afecto un tanto también, sus orejas se agacharon completamente y las cubrió con ambas manos, cerró sus ojos y un gesto de incomodidad se le mostró en la cara.

El aguila se elevó y con ello desapareció tras entrar en una de las ventanas de una de las torres, las puertas se abrieron para revelar el interior de el castillo, de la ''sala de estar'' de este. Las rejas se cerraron, lo sabía por el rechinido metálico de estas al chocar y cerrarse completamente, entró lentamente observándo aquel ángel cuya espada apuntaba a un vidrial, y luego los muebles y chimenea con llamas vivas, calentando el lugar....bastante hermoso el lugar aunque igual era algo....tétrico estar ahí, miró la figura del sofá durmiendo y lo reconoció, era el sujeto que le había sacado del mercado e indicado ir ahí....se quedó de pie ahí mirándole, fijamente....tras unos tres a cinco minutos de espera, habló para ver si se despertaba o que pasaba.

-Oye...-

Observó al hombre que recién se levantaba, ese gesto de adormilado, esa cara, ese pelo....¿cuánto tiempo llevaba ahí dormido?....¿habría sido mucho?....parpadeó ingenuo, mirándolo solamente.

Cuando lo reconoció el hombre, ese ''Ah!'' le hizo estremecer con un leve escalofrió, quizás por que no esperaba una elevación de voz de su parte, y menos estando medio dormido como parecía estar el de cabellos plateados. Solo le miró, sus orejas lentamente recuperaron su posición normal en su cabeza, con un gesto ingenuo, aún se preguntaba por que había ido ahí en vez de irse por otro lado cuando tuvo la oportunidad.

-Si...dijiste que viniese aquí y pues...ya estoy aquí...-

Fue lo único que dijo, miró fijamente al otro esperando que este tomase la palabra...que le explicase que pasaba...